La función de la pérgola es generalmente proteger del sol la zona del jardín o la terraza y nos permite estar en ella en las épocas del año donde las temperaturas y el sol se proyectan con más fuerza.

Pero no es su única función, además de la protección solar existen algunas pérgolas que, a través de una cubierta reforzada y estanca, nos permiten protegernos también de la lluvia.
Su principal función característica a la hora de instalar una pérgola de este tipo es que independientemente del clima que hi haga en el exterior, siempre podremos utilizar esta zona para realizar actividades.

Pérgola bioclimática

Tanto la estructura de la pérgola bioclimática como la cubierta son de aluminio, con las láminas fijadas en los extremos de la parte superior de la pérgola. Este tipo de pérgolas están equipadas con un sistema interno de evacuación de agua. Este sistema está oculto a lo largo de la estructura perimetral de la cubierta y la pequeña pendiente permite canalizar el agua y evacuarla por uno diversos pies, dependiendo de las dimensiones de la pérgola. En cuanto a la incidencia de la luz solar sobre la zona cubierta, las lamas de aluminio se pueden girar con diferentes grados de inclinación en función de la luz solar que deseemos que incida en la zona cubierta. Por otro lado, la pérgola bioclimática es estanca cuando esta cerrada, su accionamiento es motorizado y generalmente tiene la opción de incorporar un sensor de lluvia, que detecta el agua y cierra las lamas automáticamente. Habitualmente se pueden incluir diferentes opciones como Screens en los laterales, cerrar perimetralmente con paneles de cristal, incorporar iluminación interior o hasta calefacción.